martes, 29 de septiembre de 2009

Horno solar Hipilandia


En Leticia, Amazonas colombiano, se encuentra la frontera con Brasil y Perú.
Arribamos a Leticia desde Perú con unos amigos en Agosto del 2009.
Al bajar del Barco conocimos a Edyer, actualmente es un productor de semillas y artesanías a gran escala. En su pasado hay historias de un artesano con mucha experiencia en las calles, técnicas y variedades en materiales y artesanías que nos asombró y enseño.
Con Edyer compartimos la experiencia de hacer un horno solar con materiales reutilizados.


Fuimos a al desarmadero de un amigo suyo a buscar elementos para reutilizar.


Encontramos un cajón metálico viejo que debió ser un archivo y una lámina de aluminio que debe haber sido utilizada en medicina.


Desarmamos el elemento de aluminio y separamos las partes para utilizarlas después.
Luego cortamos la lámina de aluminio para adaptarla a las medidas del cajón.


Una vez que tuvimos las medidas ajustadas, limpiamos el cajón y cortamos el sobrante del sistema de rodamientos.


Trabajamos con muy pocas herramientas, incluso en esta etapa Edyer se dio el lujo de fabricar sencillamente un arco de sierra para cortar el cajón. CAPO!!!


Pensamos que la arcilla de la amazonas podía ser un buen aislante térmico y decidimos utilizarlo. Esta experiencia no fue muy buena y poco aconsejable. Es un material que tarda mucho en secar (sobre todo en estas zonas tan húmedas), se quiebra con facilidad al secar y es muy pesado. Toma buena temperatura una vez seco, pero creemos que es más sencillo ir a las tiendas y tomar los materiales espumados que botan (tiran).

Una vez que tuvimos el fondo del cajón lleno de arcilla, construimos otro cajón más grande con maderas que botan en las ferias que se realizan aquí en Leticia. Rellenamos con la arcilla todos los espacios libres, pintamos de negro el interior y construimos la puerta-ventana. Para esta reutilizamos maderas para el marco y dos piezas que nos sobraron de del aluminio y sus tornillos.


Esta es la imágen final del horno Hipilandia.

La experiencia en este horno fue que tardó mucho en secar la arcilla, compramos dos vidrios y pintura negra que podríamos haber evitado, para mover el horno son necesarias dos personas por su peso y hay tanta humedad en esta región que el vidrio se nos humedece siempre, por lo que pensamos que no es bueno que sea tan hermético.

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Gracias Edyer a vos y a tu familia por abrirnos las puertas de tu hogar, enseñarnos el arte de la calle, y compartir tantos buenos momentos.

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Hipilandia es el nombre que lleva la empresa que emprendió Edyer en Leticia y el nombre que usaban él y los artesanos para describir su situación de venta en la calle.